Blanca boca de claveles,
Bella boca de corales,
Para el dia de tu santo
Eres rosa entre rosales.
Cuando me dijiste sí,
Quedé como dislocado
I me cuento afortunado
Desde el dia en que te vi.
Tengo mi consuelo en tí
I te escribo estos papeles;
De los corazones fieles
El tuyo es, como se ve;
Lo digo porque lo sé,
Blanca boca de claveles.
El uso de la razón
Me dice con voz estraña,
Que yo muera en tu compaña
Sin haber separación.
Mas viendo mi sensación
En estos momentos tales,
Las llamas artificiales
Que cubren con un derecho,
Por tu amor sufre mi pecho
Blanca boca de corales.
Para mí no hai un momento
Que contenga la alegría;
Por pensar en tí, alma mia,
Paso léjos del contento.
Triste lloro i me lamento
I por tí padezco tanto;
Lo paso eu un tierno llanto
Como reo delincuente,
I me tendrás mui presente
Para el dia de tu santo.
Siempre recuerdo en el sueño
Sobresaltado por verte;
En tus brazos yo la muerte
La pido con mucho empeño.
Si alcanzara a ser tu dueño
I merecer tus modales,
Tus sentidos tan joviales
Enérjico sin segundo.
De los jardines del mundo
Eres rosa entre rosales.
Al fin, florida azucena
De hermosura sin igual,
No te iguala ni el cristal,
A tí, preciosa sirena.
Desecharé yo mi pena
Si me amas, prenda querida;
Tu amante nunca te olvida
En este trance apurado;
Si llego a ser despreciado
Por tí rendiré la vida.