UN CRISTIANO
I UN MORO

Fué preso el conde Oliveros
Cuando a Fierabras venció.
En poder del Almirante
Floripes los libertó;

    Grande era la valentia
Su zaña i fuerte furor.
I jigantesco grandor
I era rei de Alejandría;
A Carlos Magno decia
Mandame algunos guerreros,
Tres o cuatro caballeros
Los espero en el momento.
Llebando aquel vensimiento
Fué preso el Conde Oliveros.

    Atado de pies i manos
Lo llebaron pricionero.
Maneatado cual cordero
Cautivo de los paganos;
El pensaba en los cristianos
Hablando se confundió,
 Roldan i se flijió
Despierta si estás dormido,
Esto le fué sucedido
Cuando a Fierabras venció.

    O doce pares de Francia
O mi caro amado padre.
Tu corazón se taladre,
Cuando sepas la incostancia;
Mi Emperador ve mi infancia
Apresurate constante,
Advertí que voi distante
I con los ojos tapados,
Me custódian mil soldados
En poder del Almirante.

    Cuatro caballeros mas
Al moro se los llebaron.
I luego le señalaron
Al que venció a Fierabras;
Disiendo el solo es capaz
I a Brulante lo llamó,
A Brutamonte entregó
En desempeño lijero,
Dando muerte al carcelero
Floripes los libertó.

    Alfin llamando a Roldan
Carlos Magno habló: señores,
Iran como embajadores
A presencia de Balan:
Los siete que quedan van
Se dirijio a su sobrino,
Gui de Borgoña convino
Ricarte i aquel Regner,
Armados a su placer
Se pucieron en camino.

                  Nicasio García

Nota: respetamos que en la época del autor los versos fundados en la Historia de Carlo Magno eran considerados parte del canto a lo divino.

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