Lei del consejo de Estado.
OBRÉROS Y NO ESCLAVOS.

    Alzaba el pueblo patriota,
Alzaba noble su frente;
Porque era pueblo conciente
Porque no era pueblo ilota.
La cadena estaba rota
De oprobio y humillación,
E izaba libre el pendon
Por sus nobles hijos, bravos,
No era ya pueblo de esclavos
Era la heróica nacion.

    Fuertes brazos en la guerra
La gloria le conquistaron,
Y a su tesoro agregaron
Los preductos de la tierra.
Mas ¡infeliz! hoi se aferra
¡Oh vergüenza! el oligarca,
Como absorviente Monarca,
Dicta leyes de opresion;
Hunde la constitución
La pisotea y la abarca.

    Hoi ya el obrero ilustrado
Al pueblo hablar no podrá,
Porque al instante será
Villanamente apaleado.
Y despues de ser vejado
Tendrá de hambre una racion,
Que le arroje su patron
Porque si, de su salario,
Le habla el humilde operario
Tendrá que pedir perdon!

Al pueblo mas denodado
Una lei atentatoría,
Le agrega para su historia
El gran Consejo de Estado.
Ese Cuerpo Majistrado,
Que a la nacion representa,
El palo y la horca inventa
Para el hombre ciudadano,
Que, con jenerosa mano
Lo sostiene y lo alimenta.

    Tendremos lei del Japon
Y el réjimen de Turquia,
Se violará cada dia
Como allí, por un mandon
Volverá a la sumision
A la órden de los logreros
Arreando mui placenteros
Sin que su crímen fracase
Permitaseme la frase:
A manadas de Carneros.

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