¡ADORADA MADRE MIA!
¡M[A]DRE DE MI CORAZON!
DE TU NEGRA DESVENTURA
DI[O]S TE DE RESIGNACION!»
»Mare: por ésta te aviso
Que tu pobre Belarmino
Que de tu lado se vino
Sin el lebido permiso,
Su nega fortuna quiso
Que ho[i] a las nueve del dia,
En el adalso debía,
Tener frentosa muerte……
¿Qué t parece mi suerte,
ADORA[D]A MADRE MIA?»
«Por salteador de camino
No voi a morir, señora,
Si no por que, en mala hora,
Sin medir el desatino,
De una mujer fuí asesino;
Mujer que me hizo traición.
Le ultimé sin compasión
Como lo haría un chacal….
Ya ves, pues, si soi fatal
MADRE DE MI CORAZON!!»
Y aquí me agobia el quebranto
Con el tormento mas vivo:
Estos versos que te escribo
Te van a acongojar tanto,
Que han de apurar en tu llanto
El cáliz de la amargura
Que este infeliz te procura,
El que será en tu suplicio
¡La palma del sacrificio
DE TU NEGRA DESVENTURA!!»
¿Pero que mitigue el cielo,
En tu desdicha mayor,
El cruel pesar y el dolor
De tu acerbo desconsuelo.
Y desde hoi, con santo anhelo,
Y con prolija atención,
Cuida de la educación
De mis hermanos menores.
Y en tus amargos dolores
DiOS TE DÉ RESIGNACION.»
«Madre de mi alma, termino
Estas mis tristes versiones
Rogándote que perdones
A tu infeliz Belarmino,
Que sólo a este mundo vino
Para acongojar tu vidal……
Ya se acerca mi partida!
Ya la muerte viene en pos……
¡Adios, hermanos, Adios!
¡Adiós, pues, madre querida!!!»
Tu desventurado hijo.