Como amigos los cuyanos
sean éllos bien venido,
y aquí en mi Chile querido
yo les estrecho las manos,
que paseen mui ufanos
les deseo mui de veras,
y aunque no creo en leseras
ni en el cariño arjentino,
sean mis versos un trino
sin espresiones groseras.
Yo sé que este gran cariño
que aquí el gobierno nos mete
son luces de los cohete
con los que juegan los niños;
pero el cuyano ladino
que ya conoce al chileno,
sabe que es gallo mui bueno
y mui cortes en su casa,
y por eso aquí lo abrasa
y lo recibe en su seno.
Pero el amigo cuyano
debe saber de memoria
que tenemos buena historia
militares y paisano,
y aunque nos pasen la mano
cuando la puerta se cierra,
no pisa esta hermosa tierra
ninguno que no es chileno,
y aquí tenemos lo bueno
en la paz como en la guerra.
Nosotros agradecemos.
a San Martin su actuacion,
que vino en una ocasion
a hacernos servicio bueno;
en estatua lo tenemos
en nuestra gran Alameda,
para que el mundo allí pueda
contemplar nuestra cultura
a la par que la hermosura
que de antaño allí nos queda.
Por último les diré
que yo les deseo a todos
que empinen mucho los codos
y queden como Noé,
mui luego tambien yo sé
que en su patria de regreso,
contarán cómo fué eso
y como se abre el chileno
para tomar harto y bueno
y darse facha de un Creso.
Nota: el Paso de Los Andes fue a inicios de 1817.