Las cinco de la mañana
el momento que se espera
para que Manriquez fuera
fusilado esta semana;
los relojes de campana
anuncian la triste hora,
que llegará sin demora
trayendose el eco inerte
anunciandole la muerte
al pobre reo que llora
He sido muy desgraciado
dice: Manriquez llorando.
tanto habrá sido que cuando
hoy voy a ser fusilado;
mis penas han encontrado
su triste descanso así,
compadecerse de mi
no pido en este momento:
ahogando el sufrimiento
del crimen que cometí.
Y, como autómata hablando
dice…… yo deseo verla,
y mi victima tenerla
a mi lado conversando;
sé que me estará esperando
donde seremos dichosos
esos momentos grandiosos
dice: Francisco y suspira:
notandose que delira
en medio de sus sollozos.
Y… llegan los fusileros
esos que deben cumplir.
la orden de hacer morir
con sus tiros justicieros
en los momentos postreros
hace saber su intención;
dice: mis deseos son
con sentimiento profundo:
llegar allá al otro mundo
para pedirle perdón.
Y su hermana entristecida
piensa en el caso fatal,
que no hallará otro igual
en esta maldita vida;
con lágrimas afligida
miraba este fin cercano
¿salvarlo? – no está en su mano
resignarse… le quedaba
y amargamente lloraba
por la muerte de su hermano