Un médico misterioso
Nos ha mandado el Señor,
David Gonzalez se llama
El milagroso doctor.
Siete años solamente
Tiene el médico en cuestion
En Cabildo en la sazon
Está viviendo actualmente.
A verlo acude la jente
Al doctor maravilloso
Con demasiado alborozo
Son sanos con rapidez,
Porque Davidcito es
Un médico misterioso.
Ciegos, mudos i tullidos
Los sordos i hasta dementes
Van a donde el inocente
A recobrar sus sentidos.
A puñaliados i heridos
No saben ni del dolor
Cuando con todo primor
Los quiere el niño atender,
Este ánjel al parecer
Nos ha mandado el Señor.
Tan solo con atocar
Davidcito a un paciente
Lo sana inmediatamente
Con prodijio singular.
Nadie enfermo va a quedar
Con este niño de fama,
Porque todo el que reclama
Su remedio, es mejorado,
Este doctor tan nombrado
David Gonzalez se llama.
El pueblo superticioso
Creyendo supercherias
En grandiozas romerias
Van donde el niño famoso.
Un negocio escandaloso
Está haciendo con horror
El adivino inventor
Que asombra la tierra ahora,
Porque a lo sano mejora
El milagroso doctor.
Alerta pueblo inconciente
No te dejes engañar
Ni ménos embaucar
Por una picara jente.
El sonámbulo inocente
Tiene dote me parece
Para sanar si se ofrece
A cualesquiera sin plazo,
En fin, en todo caso
Mas es ruido que las nueces
Imp. «El Debate» —S. Diego 291