Han muerto i no sé por qué
ni si a puñal o a trabuco
al buen Curita de Antuco
un tal Francisco Gonné
pero hai algo sí que se
i es que era un politiquero
de carácter altanero
a quien ninguno aguantaba
i que cuando predicaba
predicaba como arriero.
Causa de este proceder
i de alzar mucho la voz
el buen Ministro de Dios
se habia hecho aborrecer;
no habia hombre ni mujer
ni habia grande ni chico
ni simple inquilino o rico
que a este beato no odiara;
de que se le asesinara
perfectamente me esplico.
Pues no es nada lo del ojo!
Qué suavesito el castigo!
Todo Cura mal amigo
eche la barba en remojo;
hasta el mas humilde piojo
pica fuerte cuando pica;
la clara razón indica
que en un combate o pelea
la sotanuda ralea
es quien mas se perjudica.