En presencia de la Primavera
AL FIN, RESPIRAMOS

  Aguardando nos hallamos
Con satisfaccion entera
La risueña Primavera
A quien todos veneramos.

  Nuestras plantas vejetales
Empiezan primeramente
A cubrir precisamente
Sus desnudeces carnales,
Con sus follajes iguales
Se cubren, según notamos,
Al verlas nos preparamos
Para decir con placer
Algo bello al parecer
Aguardando nos hallamos.

  Setiembre, pues, aparece
Con sus hermosas mañanas,
Donde a las aves lozanas
Trinando le samanece;
Mas el cielo nos ofrece
Radiante su luz primera;
La atmósfera lisonjera
Nos brinda su suave briza,
Perfumando la hortaliza
Con satisfacción entera.

  Los montes, valles i prados,
Los bosques i los jardines,
De mui vistosos clarines
Se ven todos alfombrados;
Nuestros campos perfumados
Están hasta la pradera;
Allí se ve la palmera;
Levantarse suavemente
A fin que bañe su fuente
La risueña Primera.

  Alegres los ruiseñores.
Con las aves matutinas
Atraviezan las colinas
Picando las bellas flores;
Los pajarillos cantores,
Según siempre presenciamos,
Alabando los notamos
Llenos de dulce espansion
Al rei de esta creacion
A quien todos veneramos.

  En fin la naturaleza
Rie i canta con fulgor
Alabando al Creador
Por su poder i grandeza
Vestida de gran belleza
Se ve pues la tierra entera
I la misma cordillera
Con su nevada preciosa
Saluda mui cariñosa
A la bella Primavera.

Se prohibe la reimpresion de estas poesias JUAN B. PERALTA

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