Un tigre en cuenta de esposo
Viva a su esposa quemó,
Por hallarla mui donosa
En la frente la marcó.
Miguel del Pino vivia
En Florida con su esposa,
A la cual por ser donosa
La celaba dia a dia.
Al ver ella lo que habia,
Demandó pues, al celoso;
Como el pleito fué ruidoso,
El a su mujer le dejó,
Por lo que se convirtió
Un tigre en cuenta de esposo.
Despues de estar separado
Algún tiempo de su casa,
Vuelve, i su mujer le abraza,
Olvidando lo pasado.
Con un cariño esmerado
Desde entónces la atendió.
Despues a Chillan partió
A hacer cierta dilijencia,
I al volver él sin conciencia
Viva a su mujer quemó.
Mostrándose cariñoso,
Cloroforma a la Vivero;
Se encierra i trae un brasero
I enciende un fuego monstruoso.
Pone una marca el celoso
En la llama poderosa
Para marcar a su esposa.
Luego que se calentó,
En dos partes la marcó
Por hallarla mui donosa.
En la mejilla i la frente
Marca a la pobre mujer,
Despues con ácido el cruel,
La rocea el indolente.
Fuertes gritos la paciente,
En el momento exhaló.
La servidumbre corrió
En amparo de su ama,
Porque aquel autor del drama
En la frente la marcó.
Al fin, con gran sacrificio,
En la pieza penetraron,
I la pobre esposa hallaron
En un terrible suplicio.
Estaba casi sin juicio,
Las carnes se le caian,
Los huesos se le veian
Blanquear, según dice el diario;
Entretanto al sanguinario
Tenazmente le seguian.