El gran crimen cometido
en la calle Fontecilla
con razón clara i sencilla
bastante ruido ha metido;
todo el mundo se ha movido
por un impulso nervioso
i ha podido cauteloso
en presencia de tal yerro
poner un brazo de fierro
sobre el gran facineroso.
La Justicia está obligada
a salir bien de este paso
porque talvez el fracaso
no la deje bien parada,
su integridad está jugada
en este importante asunto;
probemos punto por punto
que al castigar los males
aquí en Chile son iguales
Ya chupaya i tarro de unto.
Voi a mi caro lector
o simpática lectora,
de esta acción conmovedora
a ser su relatador;
como un gran historiador
que se pega a la verdad
o he de andar con cortedad
ni demasiado a carrera
diré la verdad entera
de esta gran calamidad
Una niña Sara Bell
i un Señor Luis Matta Perez
son los principales seres
cada cual en su papel;
gran abogado era él
nombrado en la Capital,
de familia prin cipal
i de mui buena presencia,
con bastante intelijencia
i tenido por formal.
Sara era una desgraciada
mujer de un gran badulaque
que no tuvo el duro empaque
de dejarla abandonada;
era una niña agraciada
cuyo pecado mayor
fué tener un grande amor
i un cariño iuesplicable
por su verdugo implacable
i su horrible matador.
Un dia la jóven Sara
quiso pleitear al marido
no faltó un comedido
que donde Matta la echara
asi se halló cara a cara
con el que fué su ánjel malo
con argucias i regalo
sedujo a la jóven bella
i entró en amores con ella
este hombre cara de palo
Le arrendó su buena casa
pues no faltaba la plata
i al principio don Luis Matta
de hombre bueno se dió trasa;
luego despues la traspasa
para otra habitación;
ahí en su nueva mancion
se impusieron los vecinos
i oyeron sus desatinos
de palabras i de accion.
Le oyeron en un arrebato
decir en términos crueles
“entrégame los papeles
pués si acaso no te mato”
i ella con mucho recato
I se negaba de rondon:
en esa misma ocasión
talvez porque se arrancaba
se le vió que forcejeaba
con él tomada al balcon.
Despues de esta gran rencilla
que la escuchó mucha jente
se mudaron nuevamente
a la calle Fontecilla:
ahí la infeliz chiquilla
fué vilmente asesinada;
es cómplice su criada
la tal Maria Requena,
que ha de ser de las mui buena
cuando hasta hoi no afloja nada.
Entre las nueve i las diez
la noche del veintidos
se hizo el crimen atroz
hablo del pasado mes.
pero Dios que es el gran Juez
uiso que al iria a matar
se lograra ella arrancar
i que encontrándola abierta
se escapara por la puerta
i a la calle fuera a dar.
Se juntó a la novedad
jentío al oir el grito
pero el verdugo maldito
dijo que era enfermedad,
i finjiendo caridad
la devolvió al aposento
dió órden en el momento
pasar la cama a otra pieza
a fin de que en su proeza
no se escuchara el lamento.
Se marchó al Club de la Unión
i a fin de probar despues
cuando lo apremiara el Juez
se llevó en conversacion;
con gran precipitacion
volvió a la casa el malvado
i desde ese instante dado
entre él i la sirviente
cobarde i violentamente
a Sara la han ahogado.
En el Rejistro Civil
le pusieron Sara Bello
álguien se impuso de aquello
i denunció el hecho vil
el Juez lo tuvo al pretil
i lo hizo vijilar
Matta lo logró burlar
la prueba es q’ se ha arrancado
i por mas que lo han buscado
no lo han podido encontrar.
Unos han asegurado
que Matta está aquí escondido
i a otros se les ha oido
que de Santiago ha fugado;
unos que se le ha topado
mui cerca de Quilicura
i que su buena montura
lo salvó de caer preso;
pero en conjunto todo eso
es novela i conjetura
Como pocos criminales
ha sido este de astuto
la prueba es que no dan fruto
ni quinientos policiales;
que no digan los parciales
que la lei es dispareja,
que es una débil madeja
en cuyos sucios cordones
no se casan moscardones
siuo la mosca ya vieja.