CARTA A UN TRAMPOSO

  Señor Enrique Pascual
Mi mui estimado amigo:
por la presente le digo
que es ud, poco formal;
si en término fatal
de aquí al miércoles no viene
a darme lo que me tiene
que trampearme no consigue,
en el número que sigue
le pegarè como a un niño.

  San Diego camisería
a las tres cuadras ¡cabal!
i para mejor señal
junto a una dulceria;
el godo se creeria
que no no sabia escribir
i que no le iba a decir
en buena letra de imprenta
que me debia la cuenta
que a pagarme ha de venir.

  Lo que ahora me pasa
es el pan de cada dia,
i se hace pues obra pia
con barrer de toda casa
i con sacar a la plaza
a la niña doña Trampa,
i si el pillo no descampa
yo ofrezco de un modo fiel
sacarlo en este papel
a vivir a toda pampa.

  Aproveche cada cual
como lo oyen i ven,
yo soi un hombre de bien
que no me gusta hacer mal,
pero si algún animal
o tramposo sinverguenza
no solo me haco una ofensa
sino que tambien me roba
como una culebra boba
lo morderé en mi defensa.

  A mi me importa un pellizco
que el pícaro sea un godo
o que tenga por apodo
o por sobrenombre «el vizco»;
para pegar un mordizco
cuando me hallo con razon
no me importa la nacion
donde he de meter el diente
pues me sobra de valiente
lo que no tengo simplon.

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