Los diarios dictatoriales
han estado mui contentos
porque han visto tan violentos
los ánimos congresales;
se imajinaron los leales
que la grezca era segura,
vieron al mazon i al Cura
quebrándose el espinazo
pero se ha quedado al raso
la señora Dictadura.
De la noche a la mañana
se acabó aquel embolismo,
pudo mas el patriotismo
que una política vana;
mas no por eso la rana
guarda silencio en el charco,
pretende subir al barco
para morder al marino
¡si esto no es un desatino
yo no sé como lo marco!
Lo que acaba de pasar
en la Cámara no es raro
mas dice de un modo claro
que a ella toca gobernar;
confesará a su pesar
el Partido turbulento
que en este acontecimiento
queda clara esta leccion:
«desde el triunfo de Concon
no hai mas rei quél Parlamento.