Cristiános: ya se nos vino
la semana que recuerda
la pacion que a clavo i cuerda
soportó el Cristo divino;
todo cristiano con tino,
recordando aquel calvario,
se viste de escapulario
por este acontecimiento,
jurando arrepentimiento
para el perdon necesario.
Cuando todo era impudor
sobre la faz del planeta,
predicho por el Profeta
vino Cristo el Redentor;
Pilatos con gran furor
lo hizo preso conducir
i al pueblo le dió a elejir
entre El i Barrabás
i por cuenta de Caifás
Cristo tuvo que morir.
Aun se siente el lamento
a travez de tiempo tanto,
de aquel sacrificio santo
se comprende el sufrimiento,
porque el rigor del tormento
fué como nunca se ha visto;
en espacio mas que listo,
clavado i crusificado,
escupido i maltratado
por los Judíos fué Cristo.
Entre el buen i mal ladron
al espirar en la Cruz,
desapareció la luz
i se sintió un remezon;
la judía guarnicion
que el cuerpo quedó cuidando,
se espantó con razon cuando
notó que al rayar el dia
del Sepulcro se salía
hácia los Cielos volando.
Por eso todo creyente
de la relijion cristiana
venera en esta semana
aquel hecho sorprendente
que echó al mundo la simiente
contra el egoismo rudo;
pues hai escrito en su oscudo:
«dar de comer al hambriento
dar de beber al sediento
i dar vestido al desnudo».