EL ASESINATO
DE LA CALLE CASTRO

  Este viernes que pasó
A don Gregorio Dainn
Sin que se comprenda el fin
Vilmente se degolló.

  Esta horrible alevosia
se llevó a cabo con tino
en el famoso Molino
llamado de Artillería
que en calle Castro está hoi dia
ciento nueve sé bien yó;
el hecho se ejecutó
de manera bien e[s]traña
por un chacal sin entraña
este viernes que pasó.

  Una persona fué a ver
en aquella noche al dueño
conversando con empeño
la noche empezó a correr;
porque no fuera a caer
salteado en aquel confin
se trajo un colchon de crin
a fin de evitarle un viaje
i el otro aceptó hospedaje
a don Gregerio Danin.

  El que condujo el cclchon
fuè un tal Erasmo Quezada
persona bastante honrada
i sirviente del patron;
como a las dos, de faccion
un Inspector andarin
entró, pues vió en au trajin
el cuarto desarrajado
i halló al dueño degollado
sin que se comprendu el fin.

  Lo único que se alcanza
pues ue examinó con pausa
es que el robo no es la causa
i que ha sido una venganza;
con un útil de labranza
o con hacha si es que nó
el cráneo se le partió
i para colmo del mal
con ferocidad brutal
vilmente se degolló.

  El Juez del Crimen Noguera
i el Prefecto con este octo
han quedado estupefacto
mas ninguno desespera;
el huésped que es la pantera
con razon mui aparente
no lo hallaran facilmente
siendo tan grave el asunto
¿pero porqué, yo pregunto,
no acorralan al sirviente?

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