Hubo un hombre en Europa
mui bebedor de aguardiente,
que se encendió de repente
como si fuera de estopa.
Era un bravo militar
de la guarnición de Tunez,
que hacia siempre San Lùnes
bebiendo hasta reventar
Asi al comer i almorzar,
al desayuno i la sopa,
alzando siempre la copa,
en continua borrachera.
Viviendo de esta manera
hubo un hombre en Europa.
Al ver sus pasos tardidos,
su gran nariz colorada,
su cara toda inyectada,
sus ojos enrojecidos,
sus dos labios encendidos,
su palabra ineoherente,
su semblante de demente,
decian sus compañeros:
es este bravo Cisneros
mui bebedor de aguardiente.
Un dia que el sol quemaba,
Cisneros su pipa enciende
i al instante se sorprende
al notar que se quemaba;
una llama lo abrasaba
azuleja i refuljente
i su quemadura siente
sin conseguirla apagar,
viniendo jente al notar
que se incendió de repente.
Mientras la jente venia,
él se aplicaba la mano,
pero todo eso era en vano
porque la llama corria;
la mano se le encendia
juntamente con la ropa;
estaba como una sopa
por el agua que le hecharon,
pero el fuego no apagaron
como si fuera una estopa.
Despues de mucha porfia
lo apagaron con gran pena,
enterrándolo en la arena,
que en abundancia ahí había.
Esto que huele a herejía
i que es la pura Aerdad,
lo ocacionó la ebriedad
i el espíritu de vino;
el que siga ese camino
no olvide esta novedad!