Estos son los dos bandidos
de la calle Chacabuco,
con sus semblantes de cuco
i con sus ojos undidos,
con sus dientes dirijidos
como la hiena i el chacal
retratan del criminal
la imájen tan vivamente
que parece que en la frente
tiene el cello del mal.
De estos dos el principal
de mas repugnante facha
en la mano tiene un hacha
es José Tomas Bermal
el sirviente desleal
que abusaba de confianza
con ese util de labranza
que en la casa se encontraba,
hizo en quien un pan le daba
aquella horrible matanza.
El otro del homicidio,
un tal José Manuel Salas
es de esas figuras malas
que las reclama el presidio;
sin repugnancia o fastidio
entró en el plan asesino
ebrios de robo i de vino,
el delito consumaron
pero el castigo encontraron
en la mitad del camino.
No pasará muchos dias
sin que se balla a mirar
en el parque fusilar
a esas fisonomias,
pagaran sus fechorias
con esposas i con grillos
dejaran en los banquillos
su existencia maldecida
i en el mundo conocida
por bribones i por pillos.
Se puede dificilmente
citar un echo horroroso
en que se haga mas odioso
el echor delincuente,
por eso a de ir la gente
para el afusilamiento
con el somblante contento
a mirarlos patalear
que el pueblo sabe llorar
pero cuando hai fundamento.