Con su alma acongojada
los dos reos se han quedado
al serles notificado
que había sido negada
la gracia solicitada
del Consejo Superior
i al mirarlos sin balor
el corazon se entristese
i aliviara si pudiese
de aquella pena el rigor.
Es tan grande la tristeza
en sus semblantes se nota
que al verlos del alma brota
la compacion con presteza
i se olvida la fiereza
de su delito sangriento
porque solo el sentimiento
dentro del pecho se anida
i se olvida el homicida
en presencia del tormento.
El Lunes los condujeron
como a las nueve del dia
a la Penitenciaria
en capilla los pusieron;
ni una palabra dijeron
aquellos dos desgraciados;
siguieron a los soldados
con la cabeza inclinada
a pasar la temporada
antes de ser fusilados.
Han mostrado su mision,
talvez arrepentimiento
puesto que a cada momento
hablan de la relijion;
sumidos en la oracion
temiendo por su existencia
le piden a Dios clemencia
por el hecho cometido;
puesto que al arrepentido
Dios no le niega induljencias.
Silenciosos solamente
s[ ] ocupan de rezar
biendo que ban a dejar
su existencia eternamente;
comprenden que inutilmente
exijen perdon no justo
es tan grande su dijusto
i su agonia es tan larga
que antes que con la descarga
se ban a morir de susto.