“Uriburu don José:
—Mi caro señor i amigo:
nuevamente aquí le digo
io que ya le he dicho a usted;
ya es necesario que
salga de esta situacion
seria desatencion
prolongar mas el asilo
que con ánimo tranquilo
me brindó su corazon.
Al notar la malquerencia
de los hombres i su modo
los creo capaz de todo
si saben mi residencia;
estimo que es de prudencia
dejar esta habitacion;
yo desprecié la evasion
como el Diario lo consigna
por creerla acción indigna
del jefe de la Nacion.
Quise a la disposicion
de la Junta colocarme
esperando ahí encontrarme
bajo la Constitucion;
pero la Revolucion
de tal manera se porta
que pone preso i exorta
a todos mis partidarios;
ante jueces tan contrarios
mi resolucion se corta.
Agradeciendo el servicio
que usted me ha hecho amigo
no me queda mas abrigo
que el último sacrificio;
ojalá con este quicio
pueda salvar a los míos
de los ataques impíos
de que ahora son objeto
creyendo hacerme a mi un reto
con que enflaquecer mis brios
Yo i mis hijos tambien
bendiciran a esta hora
a usted i a su señora
que me han hecho tanto bien;
sin fauto quiero ni tren
que en mi entierro se proceda.
que Arrieta haga lo que pueda
por dar un consuelo breve
—A setiembre diezinueve
—José Manuel Balmaceda
ROLAK