Este perro ranfañoso
Me agarró por una orilla
Se figura esta polilla
Que soi como el, el baboso.
Tullido fijate bien
I no hables un desatino.
Que el palabraje cochino
Mucho en tus versos se ven
Por hacerte el mas pequen
Me ofenderá el veleidoso
Te aborrecen por odioso
Los poetas de Santiago
De mi resiba un alhago
Este perro ranfañoso.
Este cojuelo ambulante
De ladrarme no se empacha,
Como mi versos no tacha
Me llevará por delante;
Por bruto i estravagante
Quisiera darle una trilla
No se nueve de la silla
Solo asi te favoreces
El poeta Daniel Meneces
Me agarró por una orilla
Me a travado la pendencia
I no puede ni pararse
Si no tiene que apoyarse
De su mujer con clemencia;
Que Dios le dará paciencia
Soportando la albaquilla,
Que apesta con bacenilla.
En el medio de la pieza,
Que vivo en tal fortaleza
Se figura esta polilla
No se mira él primero
Para decirme defectos,
I este tullido imperfecto
Lo hace por ser bullanguero,
El atroz disparatero
Se dá fama i orgulloso,
Como tigre el mas furioso
Ha cometido este yerro.
Solo asi ha penzado el perro
Que soi como el, el baboso
Este cojillo arrastrado
Al decirlo no lo siento,
Es un tonto voqueriento
Que de las panpas se ha alzado.
De muestra ser educados
Por el lenguaje perverso
La jente le compra el verso
Para ver su memorial,
I así pues este animal
Tiene comida i almuerzo.