Llorando te lo pedí
no me lo quisistes dar,
con el tiempo he de alcanzar
la grandeza que perdí.
Amadísimo Jesus
hijo del eterno Padre,
con tu bellísima Madre
dame tu divina luz.
Santo Señor de la cruz
fuisteis a morir por mí
tarde cuando conocí
el yerro de mi delito,
i el reino de lo infinito
llorando te lo pedí.
Conduélete Dios amado,
de mí, al verme arrepentido,
por un favor te lo pido
que perdones mi pecado.
Al ver de que te he cramado
no me dejes de amparar
dia i noche sin cesar,
te ruego de corazon,
i de mí falta el perdon
no me lo quisiste dar.
Virjen i madre amorosa,
pídele a tu amado hijo,
que me proteja de fijo,
en esta hora angustiosa.
Sedme siempre cariñosa
que yo te sabre adorar,
nadie me hace desconfiar
de ponerme a tu presencia,
tu divina providencia
con el tiempo he de alcansar.
Ya que eres tan bondadoso
Jesus dadme proteccion,
i échame la bendicion
para llenarme de gozo.
Vivo con paz i reposo
desde cuando en vos creí
por bueno te descojí
por justo i justiciero,
i que me has de dar espero
la grandeza que perdí.
Al fin, reina protectora,
madre del niño divino,
haced feliz me destino
siquiera por una hora.
Eres la luz de la Aurora
que ilumina el claro dia,
sedme mi luz i mi guia
i mi único consuelo,
ampárame con anhelo
Inmaculada Maria.