El del Sur.
Ahora tiene otro viaje proyectado
las costas del Perú, a darse el abrazo
de fraternidad con su colega el presi-
dente cholo, este viaje lo voi a dejar
para mas tarde, se lo contaré con todos
sus pormenores.
Quiero conversarle mas bien de los
cinco caballeros chilenos que fueron de
delegados a Buenos Aires, para confe-
renciar con los de allá sobre los limites
de la Puna: si es toda chilena o es ar-
jentina.
Oh, mi amigo nortino, con cuanto
gusto i contento lo saludo, hoi que
he tenido la dicha de encontrarlo
otra vez, cuenteme donde a estado
todo este tiempo, que me ha hecho
tanta falta para conversar con usted,
sobre asuntos políticos que acá no
hai un diablo a quien preguntarle.
El del Norte.
Con mucha loluntad le diré que
me fuí al Norte con el poeta popular
Daniel Meneces, porque estoi al ser-
vicio de él, ya hace bantante tiempo,
Yo soi el que le llevo las noticias
de todo lo que sucede en la parte
donde estamos instalados viviendo.
El viaje al Norte fué por si mejo-
raba de fortuna, pero la sacamos mal,
a causa de unos muchachos que lle-
vó para que le espendieran los ver-
sos, que son tan conocidos en Chile,
de Sur a Norte, i son los que se es-
penden mas.
Los nombres de los picaros van
en seguida: uno es Hipólito Ortuzar,
o sea (ália el güaler), el otro es Juan
Arena, o sea (ália el pasiente), el otro
es Wencelao Molina, o sea (ália el
cascote), i fué el primero que quedó
fundido con 300 versos.
El total, en el mineral de Calchi-
males, en seguida se vino de Iquique
el paciente con 100 versos, por ter-
cero se le vino el güaler con 800 mas
ese era el que concideraba mas hon-
rado por ser hijo de familia, i sus
padres viven en Malloco i el papá se
ocupa de la agricultura i es hombre
honrado, pero el hijo no le va a salir
de no mui buenas intenciones, se-
gún se deja ver a la vista i habiendo
quedado sin vendedores, tratamos de
venirlos al Sur, tengo mucho que
contarle de los abusos de las pampas,
(Secontiunará)
Daniel Meneses
poeta nacional chileno
Calle Morande núm. 8 A