Tus ojos encantadores
Mis potencias cautivaron;
Prisioneros mis sentidos
Por tus dichas quedaron.
Solo de pensar en ti
Me lo paso delirando,
I tu nombre pronunciando
Desde que te conocí,
¡Ai Dios! qué será de mí
Ausente de tus amores,
Son acerbos mis dolores
Que siento en el corazon,
I todos la causa son
Tus ojos encantadores.
Si tú supieras amar
Con fino amor verdadero
I me dijeras, lo quiero,
Yo dejaré de llorar.
Tristeza es considerar,
Desde cuando me contaron,
Que ya te solicitaron
Amantes de gran paradas,
Esas tus tiernas miradas
Mis potencias [c]autivaron.
Si yo pudiera un momento
De ponerme a tu presencia,
Me pediria sentencia
A mi pena i sufrimiento.
Solo oirás el lamento,
Mis suspiros i quejidos,
Por los bosques mas tupidos
La desgracia me maltrata
I se hallan por tí, ingrata,
Prisioneros mis sentidos.
¡Ah! quien tuviera el placer
Cobijarse con tu manto,
Un sí, de tí, dulce encanto
No he podido merecer.
Se sienten desfallecer
Los amantes que te amaron.
Tu gloria reverenciaron
Por tu dicha i tu fortuna;
Mirando como a la luna
Por tus delicias quedaron.
Al fin, grandiosa señora
Recuerda aquí el trovador
Que en la carrera de amor
Tú saliste vencedora.
Mi mente tu suerte implora
Al ver que me hayas vencido;
Al pronto yo al juez Cupido
Te demando i con razon,
Porque está mi corazon
Sufriendo de amor herido.