Cuarenta dias de cama
Nueve meses de sustito,
Sufre una jóven doncella
Por la cuestión de un gustito.
A los trece o catorce años
Toda jóven es altiva,
Llega a saltar para arriba
I no ve sus desengaños;
Sola se busca sus daños
Cuando ya el tiempo la llama,
En vivo amor se derrama
Lo pensado ya está dicho,
I sufre por un capricho
Cuarenta dias de cama.
De primera todo es gloria
Despues tristeza i pesar,
Si se principia a acordar
De la pasion ilusoria;
Maldice hasta la memoria
I reniega del maldito,
Se desea muerte a grito
Al acudirle el dolor,
Ver que le trajo el amor
Nueve meses de sustito.
Le parece chancaquita
Cuando está de quince abriles,
Busca amantes por miles
I no se le da nadita;
Despues, cuando pesadita
Se ve, pone su querella,
Por si se burlan de ella
I la deja el pretendiente,
Las penas de San Clemente
Sufre una jóven doncella.
La pobre como no sabe
Que tiene que padecer,
Si llega al hombre a querer
Comete una falta grave;
Pronto quiere echarse llave
Para borrar el delito,
Ve lo que es el apetito
O mas bien dicho la gana,
Se hace la mujer mundana
Por la cuestion de un gustito.
Al fin, cuando llega a vieja
Es relauchadora i lacha,
Mas que cuando era muchacha
A todos les da la oreja;
A los ochenta se deja
De andar buscando casorio,
Porque el tiempo vejestorio
Ya se le muestra tirano,
I le hace llevar la mano
A echar llave a su escritorio.