La mujer samaritana
en la fuente de Jacob
Jesús agua le pidió
y élla se mostro tirana.
Salió Jesús de Judea
con todo el apostolado,
varios dejó bautizado
y regreso á Galilea;
misión que tanto desea
sea para partes lejana
se encomendaba una anciana
á este paso de virtud,
donde conoció á Jesús
la mujer samaritana.
Como á la hora de siesta
llegó Jesús á la fuente,
cuando vió de repente
una dama mui compuesta,
ahí se le manifiesta
que El era el hijo de Dios;
como no le conoció
de que éste hombre era el Mesia
y así se hizo arrepentida
en la fuente de Jacob.
Al pedirle de beber
élla se mostró contraria
diciendole que en Samaria
ni un judio puede haber,
pero dandole á entender
de Jehová que era el Dios,
su corazón transminó
dejando su alma en arreglo,
para convertir al pueblo
Jesús agua le pidió.
Habla el Mesia esa vez
para cumplir los deberes,
el que de mi agua bebiere
jamás nunca tendrá sed;
lleva á su casa despues
con su mano soberana,
daba el remedio que sana
para que esto se cumpliera,
y antes que lo conociera
élla se mostró tirana.
Señores mui bien verán
disculpen lo mal fundado,
que este verso que he cantado
es del libro de San Juan,
y los que presente están
que habrán leido este plano,
de Dios el Rei soberano
que tiene tanto poder,
fué salvo por la mujer
el pueblo Samaritano.