Voi a narrar un salteo
de una hacienda no remota,
crímen que manda pelota
desde el punto en que lo veo;
yo no quiero salir feo
y cuento tal como fué,
y por eso es que diré
todo con pelo i señal,
y abajo voi a empezar
diciendo como lo sé.
En Polpaico hai una hacienda
con centenar de inquilinos,
hombres buenos i tranquilos
que visten con buenas prenda,
caballos de buena rienda
y monturas enchapada,
tiene aquella inquilinada
que trabaja a todo gusto,
pero pasaron un susto
que no se borra con nada.
La otra noche ya dormidos
los inquilinos estaban,
y sintieron como andaban
procurando no hacer ruidos;
se quedaron sorprendidos
cuando las puertas cayeron,
y bien rodeados se vieron
por hombres tan infernales,
que blandian los puñales
y la plata les pidieron.
Esa noche se robaron
prendas, alhajas i dinero,
retirandose lijero
con el botin que encontraron;
pero el Domingo llegaron
de dia con gran valor,
viendo el administrador
a jente tan sospechosa,
les dijo en forms amistosa
se retiraran mejor.
Al oir los bandoleros
la amistosa insinuacion,
sacaron con precision
los chocos mas que lijeros,
y rápidamente hicieron
disparon sin ningun tino,
matando a un inquilino
que por allí se encontraba,
sujeto que ni pensaba
en su terrible destino.