Panadero asesinado

  Españoles en mala hora
mataron a un panadero
porque éstos se sonrieron
cuando cayó la señora.

  Don Filomeno Munilla
junto con Manuel Gallego
dispararon como ciego
sobre un hombre sin mancilla;
en el salón la cuadrilla
jugaba en aquella hora,
cuando pasa la señora
y dió un resbalon primero,
matando a un buen obrero
españoles en mala hora.

  Enrique Jélvez jugaba
una brisca honradamente,
cuando siente de repente
que una bala lo mataba,
la sangre que le brotaba
como potente reguero,
alarmó al mundo entero
que en el salon se encontraba,
y españoles que pasaban
mataron a un panadero.

  Los godos que son terribles
cuando ya tienen dineros,
se ponen mui altaneros
y son lo mismo que tigres;
este caso tan sensible
por los hechos que ocurrieron,
prueban como lo refiero
que en grupo ya nombrado,
un hombre fué asesinado
porque aquellos se sonrieron.

  El caso es bien singular
si hablamos con gran desplante
porque gringos inmigrantes
se atreven aquí a matar;
es preciso declarar
en todo momento i hora,
que la viuda ahora implora
la justicia inexorable,
del que tiró miserable
cuando cayó la señora.

  Los panaderos unidos
y con alma jenerosa,
al muerto hasta la fosa
lo llevaron compunjidos,
y se sienten los rujidos
que la tempestad despierta,
porque el pueblo ya está alerta
cansado desde hace rato,
y el cobarde asesinato
lo indignó en manera cierta.

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