En la tienda de un bachicha
Estaba parado un huaso
Pronto ya a empinarse un vaso
Lleno hasta el borde de chicha
Pasó un Futre de colero,
De guantes, leva y junquillo
Y levantado el potrillo
Dijo el huaso: “Caballero,
Perdone que un pobre roto
Que está pasando un güen rato
Quiera compartir su plato
Con usté; pues aunque indoto
Sin escritura, ni ciencia
Ni físicas, ni gramática
Puede entablar una plática
Con la mesma Presidencia;
Contimás que para un trago
No se necesitan leves
Y así aunque sea hijo e reyes
Atráquese que yo pago”.
El Futre puso una cara
De toro bravo cuyano
A quien arriero inhumano
Las verijas garrochara
Y mirando de reojo
Al huaso franco y ladino
Exclamó fuera de tino
Con grandes muestras de enojo:
“Te pensais que un caballero
Noble, buenmozo y decente
Vaya a meterse con jente
De tu laya, majadero
Si aceptara, mis hermanas
Y mi mamá que dirian!
Contigo no beberia
Aunque muriera de ganas”.
— “Miren el futre encolao!
No era ¡recontra! pa tanto
Si a brindarle me levanto
Es porque soy educao,
Y cuando me hallo gustando
Y està la cartera llena.
Como yo no siento pena
No quiero a naide llorando”.
— “Cuidado con decirme eso
Huaso atrevido y bellaco
Que voy a llamar un paco
Para que te lleve preso”.
Esto que el huaso hubo oido
Se hace que saca el chicote.
Y el futre las echa al trote
Todo confuso y corrido.
El huaso se quedó riendo
De ver al futre que huia;
Y, quien sabe, si todavia
No irá el hijuna corriendo!