Llorad, corazón, llorad!
Llorad, si teneis por qué,
Que no es delito en un hombre
Llorar por una mujer.
Bien lloró David postrado
La culpa que cometió;
Tambien San Pedro lloró
El haber a Dios negado
San Pablo en llanto anegado
Bien conoció su maldad;
Contrito y con humildad
Bien lloró San Juan de Dios
¿Y cómo no llorais vos?
Llorad, corazón, llorad!…
Tambien lloró San Agustin
Detestando su herejia.
Llorando de noche y dia
Eustaquio y San Juan Garin,
Pues muchos lloran al fin
Mui contritos en la fé,
Como claro bien se vé
Que por llorar santos son;
Pues pecastes sin razon,
Llorad si teneis por qué…
Bien lloró con tierno llanto
Jeremías a Dios propicio
Por la trompeta del juicio
San Jerónimo fué santo;
San Francisco lloró tanto
Que alcanzó a tener renombre
Y por eso no te asombre
De nuestras culpas lo atroz
Llorad, corazon por Dios,
Que no es delito en un hombre
Cristo, con vivo dolor
Cuando en la cruz espiró
Por el hombre bien lloró
Lágrimas de corazon;
I tú, ingrato pecador,
Que vinistes a ofender
De Dios el divino ser,
Llorad con dolor profundo,
Que bien sabéis en el mundo
Llorar por una mujer.