Sobre la tentacion

  —¿Me conoces? preguntó
El arcánjel tentador.
—Sí, respondió el Salvador,
Muche te conozco yo.
—Bueno, tu padre me dió
Hoi tres horas de licencia
Para hablarte con paciencia
Sobre esa raza infernal
A que tú piensas salvar
Dando tu propia existencia.

  Neron, tigre coronado,
Sabes que con picardía
A cualquier hombre encendía
En su palacio dorado.
Ya sabes cómo el malvado
Sus banquetes alumbró;
Su misma madre mató
Por ver dónde fué enjendrado,
I tan enorme pecado
Vais a lavarlo, agregó.

  Alalila traicionó
Pérfidamente al marido;
Herodes enfurecido
Mil crímenes cometió;
Trece mil niños mató
Por matarte a tí tambien.
De sangre en Jerusalen
Un mar deseaba ver;
I por ese hombre tan cruel
Muere el nacido en Belen.

  Hasta Jerjes por reinar
Mata, pues, a ochenta hermanos
I estos hombres inhumanos
También los quieres salvar.
Calígula el infernal
Se hace adorar como Dios.
De Tiberio sigue en pos
Ese otro ilustre homicida
¿I tambien darás la vida
Por ese otro tigre vos?

  —Sí, por todos moriré,
Dice Jesus tristemente.
El tentador insolente
Da un fuerte grito diré:
—¡No te basta lo que hablé!
Dijo el Demonio irritado,
Ya ves cómo te he narrado
Toda la historia sangrienta
De esa raza que ni en cuenta
A ti nunca te ha tomado.

  No importa, vuelve a decir
Jesus con resignacion.
Yo por darles el perdon
En la cruz quiero morir.
Cuando el Satan pudo oir
Lo que el mártir esclamó,
Un gran rujido exhaló
Retirándose al momento.
Cristo se echó al pavimento
I su oracion comenzó.

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