La venta de Jesus

  —Cuánto pides, preguntó
Caifás con voz de pirata,
—Por treinta siclos de plata
Entrego al maestro yo,
Fué lo que le contestó
El discipulo traidor.
—Bien, agregó el comprador,
Yo te daré ese dinero,
Con tal de apresar lijero
A ese trastornador.

  —¿I cuándo le entregarás?
Preguntó con laconismo.
Judas con mucho cinismo,
Contestó: —Hoi le verás.
—Pues, en la casa de Anás
Esta noche yo te espero,
Ahí te daré el dinero
Con tal que me seas fiel,
Porque deseo prender
Hoi mismo a ese hechicero.

  El trato quedaba hecho,
Judas se vuelve al Cenáculo
Donde el mas triste espectáculo
Ocasionó su despecho.
Jesus sentado en su lecho
Predicando se encontraba
Cuando el apóstol llegaba
Despues de hacer la traicion,
I el maestro en reprension
Una mirada le daba.

  —En verdad, en verdad, esclamó
Cristo con mui triste faz,
Que uno me entregarás
Esta noche advierto yo.
Juan i Pedro se paró
Sorprendidos ciertamente.
Uno i otro preguntaba
¿Seré yo ese delincuente?
I el Maestro contestaba:
—No sois vos precisamente.

  La misma pregunta hacian
Los discipulos restantes,
I él vió en aquellos instantes
También en respuesta oian,
Todos a Judas pedian
De que nada preguntaba,
Jesus de nuevo esclamaba:
—Aquel que mete en el plato
Es la mano del ingrato
Que en mi contra, pues, obraba.

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