Jesús, el Dios inocente
Al calvario era llevado,
Donde fué crucificado
Por el pueblo ciegamente.
Despues de ser sentenciado
Por Pilato, el juez romano,
Jesús el Dios Soberano,
Al Gólgota fué llevado;
Escupido i maltratado
Es el Cordero paciente
Por aquella torpe jente
Que su muerte pide a grito
Sin tener ningún delito
Jesús el Dios inocente.
María con triste pena
Por ver al Hijo divino
Salió, pues, aquel camino
Con María Magdalena;
¡Oh, cuán dolorosa escena
Esa Madre ha presenciado!
A su Hijo ensangrentado
Lo encuentra en esos momentos,
Que en medio de mil tormentos
Al Calvario era llevado.
La Madre desconsolada
Cae en brazos de Jesus;
Quiere quitarle la cruz,
Pero léjos es arrojada.
Juan al verla desmayada
Léjos de ahí la ha llevado,
Miéntras que a su Hijo amado
La jente lo maltrataba;
Hasta que por fin llegaba
Donde fué crucificado.
Cuando el martillo sintió
La Vírjen, dando un jemido,
En estado amortecido
En brazos de Juan cayó.
Luego despues que volvió
Corrió apresuradamente
Al ver su Hijo inocente
Que se encontraba enclavado,
Siendo escupido i burlado
Por el pueblo ciegamente.
Por fin, en esa agonía
Cristo a la Madre miró,
I a Juan pues se la entregó
Como Madre en ese dia;
I a María le decia:
—He ahí tu Hijo amado.
Despues que ya hubo hablado
Palabras de gran consuelo,
Se encomendó al Dios del cielo
I murió Jesus amado.
JUAN B. PERALTA
GALVEZ, 826
Nota.— Estas poesias son propiedad del autor. Se prohibe su reimpresion.
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