Cuando esto Jesús decia
Dos manos meten al plato,
Pero el rostro del ingrato
Solo mostró villanía.
Júdas con sangre mui fria
Tembloroso preguntó:
—¡Maestro, habré sido yó!
Ese infame i desatento,
I Jesus en el momento
—Tú lo has dicho, contestó.
Los discipulos miraron
Al traidor con reprension
I en su contra i con razon
Por bajo todos hablaron;
Miradas le prodigaron
Que importaban ciertamente
Una reprension frecuente
Para aquel traidor malvado,
El cual todo avergonzado
Mira al Cristo atentamente.
Jesús se pone de pié
Con bondadoso ademan,
Toma un pedazo de pan
I le da al traidor diré;
El discipulo sin fe
El pan léjos lo arrojó
I para afuera salió
Gritando desesperado:
—Yo soi, pues, un condenado
I ya todo se acabó.
Cuando la calma volvió
Al salon poco despues,
Jesus le lavó los pies
Pedro he sabido yo.
Como éste no comprendió
Lo que el Maestro ahí obraba,
Con humildad preguntaba:
—Por qué haces esto, Señor,
I el divino Salvador
Su ejemplo le interpretaba.
Sobre su fidelidad
Habló Pedro largamente,
Pero Jesus de repente
Le dijo: —Eso no es verdad,
I con majestad i bondad
Agregó mas resignado:
—Pedro, has de estar humiliado
Porque tu boca quebranta,
I hoi talvez ni el gallo canta
Sin que tú me hayas negado.