Hoi se me leyó sentencia
de muerte amada Clarisa,
y en pocos momentos mas
no contaré con la vida;
Mi sufrimiento es terrible
al mandarte la noticia,
me encuentro desesperado;
con pena tan homicida:
Morir i no verte mas,
el alma me martiriza
pero ya no hay compasion
mi inolvidable Clarisa:
Por eso estoi resignado
y con mi alma arrepentida
espero la hora fatal
en que he de rendir la vida.
Muero esperando que Dios
me perdone i me permita
que nos veamos los dos
cuando emprendas la partida
Perdóname tú tambien
tiene compasion Clarisa,
y por mi muerte no llores,
porque voi a mejor vida:
No llores, mi fiel esposa,
perdóname, no te aflijas,
adios, Clarisa adorada,
adios, hasta la otra vida!
Tu marido
José Maria Nuñez.