Con espíritu sereno
Hay que juzgar la actitud
Asumida sin virtud
Por un militar chileno,
Amstrong que era un hombre bueno
En un instante infeliz
Quizo hacer lo de Paris
Levantarse en un momento
Apresando al parlamento
Y al gobieruo del Pais.
Muchos de sus compañeros
Tambien jefes prestijiosos
Y militares gloriosos
Siguieron sus planes fieros
Estos ilustres guerreros
Olvidando su pasados
Y su porvenir creado.
Y aun su propio pecunio
Acordaron para Junio
Dar el gran golpe de Estado.
Por casualidad el gobierno
Tuvo pues conocimiento
Del terrible movimiento
Que venia del infierno
Con carácter sempiterno
Llamó a todos los soldados
Y al oir a los malvados
Les dijo: «seria bueno
Que el Ejército Chileno
No tuvieses depravados».
Y a calificar servicios
Uno por uno llamó
Y a la calle los hechó
Con sano y entero juicio
No quiero ningún patricio
Dijo don Juan con razón
No quiero que la nacion
Esté bajo el militarismo
Porque es mas patriotismo
Estar sin revolucion.
Y así les quebró los sables
A esos innobles soldados
A esos dejenerados
Por torpes y miserables;
A otros jefes notables
Se les han dado los cuarteles
Porque permanecen fieles
Al lado de su bandera
Honrando a la patria entera
Con sus gloriosos laureles.
Guerra! ¡Guerr! A los traidores!
Que aun en dias aciagos
Pretenden hacer estragos
Con Chile y sus moradores!
Honor a los defensores!
De la paz y libertad!
¡Honor a la autoridad!
Que ha muerto a los traicioneros!
¡Y honra y paz a los sinceros!
Que aman nuestra sociedad.