Dieciseis o quince muertes
Válgame Dios han habido:
El carrito caminero
Con un tren culpable han sido
Cierto carrito salia
De Montenegro, señores,
Lleno de trabajadores
Que a Llai-Llai se dirijia
Cuyo carro en ese dia
Corria bastante fuerte,
Un tren de Llai Llai no advierte
Que un carro viene a su centro
Resultando en cuyo encuentro
Dieciseis o quince muertes.
Aquel cuadro fué horroroso
Qué confusión no seria
En ese terrible dia
Aquel evento espantoso
Oh! qué momento angustioso
Seria entónces ¡Dios mio!
Marchant el único ha sido
Que del choque se ha librado.
Las muertes que he mencionado
Válgame Dios han habido.
Oh! Jesus cuando chocaron
Tren i carro, qué tristeza.
Brazos, piernas i cabezas
Pues en el aire saltaron
Solo de Dios se acordaron
En aquel momento infiero,
Retrocedió placentero
A Llai-Llai el tren de prisa
Dejando ahí hecho triza
El carrito caminero.
El decir es oportuno
En esta pequeña lista
El bruto del maquinista
No prestó auxilio ninguno
Qué apiadado el caballuno
Parece falso ¡Dios mio!
Pues del desastre ocurrido
Hé aquí digo altanero
El carrito caminero
Con el tren culpable han sido.
Por fin yo soi de opinion
I sin admitir disculpa
Quien tiene toda la culpa
Es el jefe de estacion
No supo en esa ocasion
Portarse con lo debia
Quién sabe en qué pensaria
Aquí digo sin desden
Le dió la partida al tren
Siendo que el carro venia.