— ¿Veis, perro, aquel humito?
—Sí, burro; prestad el antejo.
Pues si no me engaña el ojo
Es el «Huáscar», el mismito…
¡El es, el bonito;
Ve su gallarda figura,
Su aire marcial, su hermosura,
Miradlo, tan imponente!
— I viene, seguramente
A bloquearnos, ¡Qué lisura!
—¿Qué trae atrás el coloso?
Una bandera maldita,
Que no le sienta nadita!
Vean que inri afrentoso
Trae ahora el mas glorioso
Buque de este gran oceano,
Oh! trapo inmundo, profano!
¿Quién se atrevió a enarbolarte
Sobre ese barco jigante
Que es el orgullo peruano?
¡Bueno el leso! Qué te ha dado
¿Te ha vuelto loco Pirola?
Esa nave ya no es chola
Desde que la ha capturado…
—¡Ya, ya, el Chile condenado!
Se me olvida de repente;
Lengua de tierra insolente!
—Que a dos naciones aflija.
—I parece lagartija!
Pegada del continente.
—¿Vendrá al puerto el picaron?
Mucho lo quiero i lo estimo:
Pero a bala lo recibo
Aunque me muera de horror.
¿Por qué no viene, mejor
Galvaro en sus armastostes,
Con su flota de hotentotes,
Vichos de ese Chile inicuo!
—Que a pesar de ser tan chico
Nos zurra tantos azotes.
¡Maldito tonto Latuerta!
Ladraste como un mastino.
Mas, la rueda del destino
Que tanto ya nos afrenta,
Confio que en una vuelta,
A Chile le dé en la nuca.
—Ai, ai, ai, si, si, añañuca!
—I entónces vendra, de cierto
Nuestro «Huáscar» a este puerto
Como barco de Churruca.
Anjel C. Lillo.
Imp. de «Los Tiempos» — Bandera, 24