En la Penitenciaría
el reo llora su pena,
al conocer su condena
de la que no ha de escapar;
después de notificado
se le vé amargado en llanto
después que ha sufrido tanto
lo vayan a fusilar.
Le vienen los recuerdos
de lo que pasó
se le refleja el cuadro
cuando la mató,
en su celda solloza
a más y mejor,
maldiciendo el destino
que lo abandonó;
el alma de la muerta
parece venir
como una pesadilla
que lo hace sufrir;
y el reo entristecido
se le oye decir:
quiero que me perdones
que voy a morir.
II
Un día al amanecer
con sentimiento profundo,
se marchará de este mundo
quien un tiempo dió que hacer;
las almas compadecidas
le deben de perdonar
y los que esten ofendidos
todos van a descansar;
Allá en Iontanánza
ya se vé venir
la justica del hombre
que se ha de cumplir,
mientras el pobre llora
con sinceridad
al pagar un pecado
de la humanidad;
es una triste historia
de un hombre fatal,
que delinquió ofuscado
por obra del mal,
ahora en los anales
para su pesar
de la historia del crimen
grabado ha de estar