SUBLIME CARTA DE AMOR

  Tus ojos bella morena
no se cansan de mirarme
en lugar de consolarme
me dan tristeza i mas pena.

  Vida mia quien pudiera
ese en en mi pecho colocarte
para con ánsia buscarte
cosa que me divirtiera
de tu cuerpo yo quisiera
el manjar que nunca llena
aunque al hombre envenena
lo apetece i con razon
hieren a mi corazon
tus ojos bella morena.

  Si me dieras el manjar
te prometo sin engaño
comermelo todito en un año
yo sin poderme llenar.
Hermosísimo nácar
si quisieres puedes darme
talvez para alimentarme
te vistes de blancos tules
esos tus ojos azules
no se cansan de mirarme.

  Hai quien tuviera la suerte
tomar la fruta sabrosa
que tienes niña amorosa
donde me alegro de verte,
aunpue sepa que es mi muerte
yo no podré separarme
i que ganas con negarme
lo que aquí te estoi pidiendo,
me sigues entreteniendo
en lugar de consolarme.

  El hombre por la mujer
o mas bien por el amor
no teme a ningún temor
i se entrega al padecer
cuando viene a conocer
el mismo amor lo encadena
huyendo de aquella escena,
el Cupido se le humilla
tus ojos bella chiquilla
me dan tristeza i mas pena.

  Al fin las mujeres señores
han sido en toda ocasion
de los hombres perdicion,
dicen los sabios autores
i los que tienen amores
con alguna bella ingrata
la desgracia no dilata
en llegar a tí enbrome
porque aquel que mucho come
el mismo manjar lo mata

Nota: verso publicado por C. M. Moraga, ver.

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