Por si esto no es comprendio
desenrredaré el ovillo:
se quedó con tres chiquillos
i con otro no nacido.
Cargaba la pobrecita
con todos aquellos huesos
alquilando en cinco pesos
una pieza chiquitita.
Un dia estando de apuro
i sin tener para el diario
la fué a ver el propietario
señor don Clemente Duro.
I empezó inmediatamente
a vista del vecindario
por pedirle mas salario
con el dialogo siguiente:
EL
Le vengo a advertir señora
que desde el entrante mes
la pieza le cuesta diez
i hai que pagar sin demora.
ELLA
¿Diez pesos por esta pieza?
(se pone ahí a sollozar)
cielos, cómo he de pagar,
¿que no vé usted mi pobreza?
EL
No hai remedio, ese es el caso
si lo cree exajeracion
me deja la posesion
seis dias tiene de plazo.
ELLA
Pero señor, por piedad,
¿dónde voi con tal premura
con estas tres criaturas
i lo que vendrá detras?
EL
Pues me gusta la querella
i me causa novedad
pues porque es mi propiedad
es que yo dispongo de ella.
EL
Señor, no me ha oido bien,
piedad fué lo que esclamé
i la pro-piedad ya vé
que acaba en piedad tambien.
EL
Si señora, lo convengo
tiene piedad como nó
pero antes de ella está el pró
i solo a este pró me atengo.
No hubo tregua que es[ ]ra
de aquellos nervios de alabre
aunque estaba muerta de hambre
se tuvo al fin que mudar.
Es modelo del oficio
este casero flamante
tienen el nombre cesante
i el apellido en servicio.
Su bondad es de tal manera
que su pro-piedad dividen
por el pró ellos se desiden
i dan la piedá a quien quiera.