LOS LAMENTOS DE MARIA

  Ai! triste de mí que haré
Ya se fué mi dueño amado
Qué haré yo sola en el mundo
Mi hijo me ha abandonado.

  Al ruido de una tormenta
Juan, Maria i Magdalena
Llegaron a ver la escena
I la cruz se le presenta
La madre allí se lamenta
Diciendo al ángel porqué
Dijiste de buena fé
Que el señor era conmigo
I ya se ha ido mi amigo
Ai! triste de mí que haré.

  I proseguiste diciendo
Bendita Maria eres
Entre todas las mujeres
Ya ahora estoi padeciendo
Triste en el mundo sufriendo
Despues de haberme anunciado
Bendito el fruto sagrado
De tu vientre, pues señora
I aun sin saber ahora
Ya se fué mi dueño amado.

  Al féretro se acercó
Esa madre dolorosa
I aquella faz tan preciosa
Con sus lágrimas regó
Del cadáver se abrazó
Con un sollozo profundo
En ese mismo segundo
La dolorosa Maria
En su desmayo decia
Que haré yo sola en mundo

  La madre desconsolada
En tierra luego cayó
I en sus brazos la tomó.
Su compañera estimada
Maria bien desmayada
Loca según se ha probado
A Juan su hijo adoptado
Le decia a cada rato
Como sin duda era ingrato
Mi hijo me ha abandonado.

  José llegó finalmente
De Arimatea por cierto
Para sepultar al muerto
En su tumba dignamente
Maria al no ver presente
El cadáver de su amado
De nuevo se ha desmayado
I en su penosa agonia
Sollozando repetia
Ya se fué mi hijo adorado.

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