El pueblo a ajitarse empieza,
ya se aperciben los ruidos
ya se ven muertos i heridos
en esta terrible empresa.
Cárlos Penjean fué el primero
el que en una recepcion
del candidato «tizon»
cayó al sepulcro, me infiero.
Hoi mismo otro caballero
rejidor de gran nobleza,
tambien cae en la vileza
i zaña de los montinos
i al ver tales asesinos
el pueblo a ajitarse empieza
Las piedras i los garrotes
ya han comenzado a juntarse
a lo mismo a prepararse
los terribles monigotes.
Cuidadito con los jotes
esos perros atrevidos
que los «corvos» repartidos
en todo Santiago están
i del gran asalto en plan
ya se aperciben los ruidos.
Se vé que del fanatismo
nace primero el furor
la ceguedad i el error
i por fin, el servilismo.
Luego viene el salvajismo
entre topos i entendidos
i aun los mas instruidos
caen en esta maldad
i en pruebas de mi verdad
ya se ven muertos i heridos.
Cabrera el predicador
a Saez hace matar
este cura popular
es montino i matador.
Un ministro del Señor
que en tan alta voz nos reza
no debe mostrar dureza
ni acaudillar un partido,
pero Cabrera ha metido
en esta terrible empresa
Por fin, señores montinos,
sepan bien que los riesquistas
ya no quieren mas pancistas
ni gobiernos josefinos.
Si son ministros divinos
desempeñen sus misiones
i no sean campeones
de cierto bando elector,
que al pueblo trabajador
le toca en las elecciones.