Otros doce desgraciados
Esperan con ansiedad
La hora de la crueldad
En que serán fusilados.
Diez de aquellos sentenciado
Son de aquellos revoltosos
Autores facinerosos
De la trajedia que un dia
En la Penitenciaría
Hicieron hechos luctuosos.
Todos estos criminales
Esperan en la prision
La fatal ejecucion
De las leyes capitales
Esos cadalsos fatales
Que se van a levantar
Son, pues, para asesinar
A diez desgraciados hombres;
Que mancharán con sus nom-
(bres
Esta patria singular.
Pascual Torres, el malvado
Criminal del Cerro Blanco
Tambien ya divisa el banco
En que será ajusticiado.
En el cerro mencionado
Ese pobre malhechor
Será mui pronto lector,
Ultimado legalmente,
Sentándose el delincuente
En el banco afrentador.
Despues de esta creatura,
Que está condenada a muerte
Cae pues en igual suerte
El de la calle Padura.
Abarca se me asegura
En este mismo momento
Que espera el fusilamiento
O el cúmplase de la pena,
Que a morir ya le condena
En el banquillo sangriento
Doce ya en lista tenemos
I luego casi en capilla
A los tres de Melipilla
A los que no salvaremos
Con ellos enteraremos
Quince en esta capital
Muertos de un modo legal
Por las leyes del pais
No dejando un infeliz
Sin el banquillo fatal.
Ningún infeliz es decir
Va a quedar ni para mosto
Con la lei del 8 de agosto
Que les condena a morir
El pais sabe cumplir
Con esa lei inaudita
Si acaso no es de levita
El que en ella se halla envuelta
Pero si es rico es absuelto
Por la justicia bendita.