El huaso el poncho votó
I acercandose al soldado
Tal puñetazo le ha dado
Qué mui léjos lo votó,
Como diez metros rodó
El paquito, por el suelo,
El primero, dando un vuelo
Sobre el huasito se fué
El cual también les diré
Lo esperó sin gran recelo.
Con la espada en una mano
Le dió al roto un charrascaso,
Este le asestó un chopazo
Descomunal, inhumano;
El primero, en un pantano,
Largo a largo fué a parar
I al quererse enderesar,
El solo sobre el llegó
I otro bofeton le dió
Que lo hizo destornudar
El paco en ese momento
Ya se había enderezado
I sobre el huaso, irritado,
Se avanlanzó mi violento;
El huaso lo esperó atento.
Y lijero como un rayo
Le brindo al guardian, por gallo
Tan enorme el bofeton,
Qué fué a parar el bramon
A las patas del caballo.
En ese instante, el primero
Se levantó i sacó el pito
I de un chopazo el huasito
Le perdió allí el pito entero;
A ese tiempo un caballero
Llegó, le dió un bastonazo,
Mui enfurecido el huaso
Encima se abalanzó
I aturdido lo dejó
Solamente de un chopazo,
Juntando luego a los tres
El encima se sentó
I a espolearlos comenzó,
Con muchisimo interés;
Al poco rato despues
Se presentó un inspector
El cual con mucho furor
Sobre el huasito se vino,
Por su parte el campecino
Lo esperó con gran valor.
Del caballo, finalmente,
Al oficial lo bajó
I en el caballo subió
El huaso rápidamente.
En seguida ciertamente
Lo empezó allí a trillar,
Corriendo sin descansar
Gritába, como en la hera,
I esta noticia sincera
Yo se las doi sin faltar.
Es propiedad del autor.— Se prohibe la reimpresion de estas poesías
Juan B. Peralta
San Diego 322