La plaza, que se encontraba
Al frente del juez romano,
El Viérnes, desde temprano,
Llena de jente se hallaba;
La muchedumbre esperaba
Ver salir los sentenciados.
Al verlos que son sacados
Cada uno con su cruz,
Se van en pos de Jesus
Burlándoles ¡los malvados!
Los tres reos caminaron
En dirección al suplicio;
Todos con gran sacrificio
Tras ellos se encaminaron.
En su marcha presenciaron
La mas dolorosa escena;
Maria, loca de pena,
Sale a encontrar a Jesus,
Quiere quitarle la cruz
Mui triste, la madre buena.
Cuando a Jesus se acercó
Maria, desconsolada,
Lejos de allí fué arrojada.
Cuando Juan la recibió
La madre se desmayó
Al ver a su hijo inocente
Maltratado por la jente,
Según dice el Testamento,
I el doloroso tormento
Jesus sufre injustamente.
El Cirineo salió
I éste solo, al buen Jesus,
Le ayuda a cargar la cruz,
I así al Calvario llegó.
Todo allí se preparó
Para los ajusticiados;
Los maderos son plantados
en un rato mas, diré,
Son, por sentencia del juez,
Los reos crucificados.
Cuando el martillo sintió
Maria i la Magdalena,
Enloquecidas de pena
La madre en tierra cayó.
Juan de allí las retiró
Como el mas fiel compañero.
Jesús, el manso cordero,
En presencia de la jente,
Ya se encontraba pendiente
En el sangriento madero.