Antes de que luz hubiera
Dios en el cielo habitaba
El infierno no existia
El mundo en tiniebla estaba.
Jehová solo vivia
Rodeado de sus ánjeles
I la voz de los arcánjeles.
El eterno solo oia.
Creyendo Dios cierto dia
Que tambien en su basta esfera
La voz de los hombres era
Util a su paraiso,
Fundó el mundo de improviso
Antes de que luz hubiera.
Pensando en la formacion
Del mundo con lo que encierra,
Dios dijo hágase la tierra
Con toda su produccion
Así pues la creacion
Del universo empezaba
Dotado el mundo quedaba
De cuanto vemos mui presto,
Pero ántes de todo esto
Dios en el cielo habitaba.
Fuentes, valles i colinas
Dios sacaba de la nada
I la tierra fué regada
Con las aguas cristalinas.
De nieves mui blanquecinas
Tambien la tierra escubria,
Cuando Jehová veia
Hecho esto se gozaba,
I cuando esto preparaba
El interno no existia.
Viendo el mundo ya formado
Dios de la tierra hizo al hombre,
I Adan, le puso por nombre,
Siendo un ser purificado.
Al verlo tambien criado
Dios en su ser se gozaba
I una mujer que creaba
Al ser humano le dió,
Pero, ántes prevengo yo,
El mundo en tiniebla estaba.
Por fin, en el paraiso,
El hombre fué colocado
Con poder de lo criado
Dejarlo en el huerto quizo.
El demonio de improviso
Al huerto se presentó,
El diablo astuto engañó
A Eva primeramente,
Así Adan precisamente
El pecado cometió.
Es propiedad del autor.—Se prohibe la reimpresion de estas poesías
Juan B. Peralta
Galvez, 826