Cuecas

  Ingrata, cruel me robaste
Del pecho mi corazon
Sin dejarme en su remplazo
El tuyo por compacion.

  No te deseo el daño;
Pero algún dia
Pagarás con la misma
Tu alevosía,
Porque el que hiere
Con hierro a su adversario,
A hierro muere.
La ingratitud i el amor
Siempre se baten en duelo,
I en cada lucha al amor
La ingratitud le da suelo,
Por eso siempre he visto
Yo a los amantes
Jurarse de primeras
Su amor constante sí;
Pero en volviendo
Uno de ellos la cara…
¡Adios casero!
Las promesas de tu amor
Son como el canto del gallo.
Sonoros i repetidos;
Pero de ahí no pasamos.
Si de esas mil promesas
Que ayer me hacias
Cumplirás una sola,
Yo me moria;
Porque es bien cierto
Que no valen gran cosa
Tus juramentos.
¿Hasta cuándo hermoso cielo,
Prenda del alma adorada
Nos estaremos amando
Solo por tiernas miradas?
Pero de tí depende
No mas perlito
Que desde hoi nuestras glorias
Sea efectiva,
Sea efectiva, sí;
De eternos lazos,
I para que así sea,
¡Dame un abrazo!
Cierto! porque te adoro
Negrito, lloro!

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