La plaza de Echaurren fué
Teatro la otra semana
De una falta inhumana
Que jamas olvidaré.
En la gran tienda, diré,
De la «Nueva Dalia» advierto,
Un pobre empleado fué muerto
A palos por su patron
Por ser él mui rezongon
Con la clientela, por cierto
Cuando el patron, le asestó
El gran golpe al dependiente,
Este al suelo francamente
Bañado en sangre cayó.
Un oficial que le vio
Llamó a un doctor afamado,
Este dijo que el empleado
No era grave en proporcion,
I apesar de su opinion
Luego murió el desgraciado.
Ahora directamente
Les hablaré con reposo
Sobre el hecho escandaloso
Cometido ultimamente.
Se trata precisamente
De un acto de salvajismo
Cometido con cinismo,
Por unos veinte soldados,
Salvajes mui desalmados
Que adulan de patriotismo.
En viaje de distraccion
Cierto matrimonio andaba
La la Poblacion llegaba,
Vergara en esa ocasion.
La pareja en relacion
Cuando aquel sitio llegô
A la sombra se sentó
Por gozar la brisa fresca,
I entónces la soldadesca
Del Maipu la sorprendió.
Tomando al hombre primero
La boca le amordazaron
I en seguida le robaron
Su reloj i su dinero.
A su esposa, mui lijero,
Los soldados la tomaron,
Al esposo sujetaron
Con cinismo e inconciencia,
I en el acto en su presencia
A la señora violaron.
El Chileno, finalmente,
Denuncio el hecho primero
I Valparaiso entero
Se indignó precisamente,
Con los salvajes realmente
Que hicieron la violacion,
Justicia nuestra Nacion
Pide contra los soldados
I ojala que a los malvados
Se les dé una correccion.