Un salteo escandaloso
En Macul se ha perpetrado;
Nicolás Ortiz salteado
Fué allí de un modo horroroso;
Comiendo con gran reposo
Con su familia se hallaba
Cuando Ortiz vió que llegaba.
A su casa una pandilla,
I entónces una chiquilla
Pronto la puerta cerraba.
Los bandidos enojados
Una lluvia descargaron
De balas i maltrataron
A la niña los malvados;
Al notar los asaltados
Lo que les iba a pasar
Con un valor sin igual
De dos orquetas se armaron,
I el combate comenzaron
Sin querer acobardar.
Pronto tres de los bandidos
Pasados por las orquetas
O terribles bayonetas
En tierra caen heridos;
Los otros seis forajidos
Hacen fuego mas certero
Sobre Ortiz i el carretero
Que peleaban con valor,
I en aquel cuadro de horror
Los hirieron mui lijero.
Heridos los defensores
De la casa ya nombrada
Tocaron la retirada
Los infame salteadores;
Los pobres trabajadores,
El carretero i Ortiz
En aquella hora infeliz
Caen heridos de muerte,
I una niña por mal suerte
Perdió tambien la nariz.
El carreteró murió
I Ortiz con su hija advierto
En el hospital por cierto
Se encuentran, prevengo yo;
La policia empezó
A buscar ya a los malvados
Criminales avesados
Por el salteo diré,
I hasta ahora yo no sé
Si habrán sido capturados.
Alerta los masculinos
Con los grandes criminales,
Malhechores infernales,
Que son tus malos vecinos;
Vos, honrado campecino,
Preparad vuestro valor
Para defender mejor
Tu vida i tu propiedad
Contra la horda en verdad
Que ha formado un malhechor.
Imp. «El Debate»—S. Diego 291