Una hija criminal
Por vivir con el compadre
Por eso a su propia madre
La ahorcó en un nogal
Y despues con un puñal
Los dos brazos le cortó
Sin pensar en la prision
Y mui contenta quedó.
De Dios no tendrá perdon
Por el crimen que efectuó.
A las dos de la mañana
Se fué a un bosque sin tardar
Para poder enterrar
El cadáver de la anciana.
La pérfida, cruel mundana
Nada le aterrorizó
Y esta noticia me dió
Un jóven con mucho gazo
Que ella despues de balazo
La vida allí se quitó.